Las llagas en la boca son lesiones muy comunes en todo tipo de población. Además, no es una patología grave, pero puede afectar a cualquier persona.
Una llaga o afta, tal y como nos describe la enciclopedia médica MedlinePlus, es una úlcera abierta y dolorosa en la boca.
¿Qué son las llagas en la boca?
Las llagas bucales, también conocidas como aftas, son lesiones que se manifiestan en la mucosa oral. Usualmente, son pequeñas y de color blanco o amarillo. Suelen estar rodeadas por un área roja y brillante, normalmente presente en la lengua, las encías, el paladar o el interior de las mejillas… Hemos de diferenciarlas de las calenturas o herpes que son otro tipo de lesión.
Tipos de llagas en la boca
Existen varios tipos de llagas bucales, aunque las más comunes son las aftas menores. A continuación, te vamos a hablar sobre cada uno de los tipos de llagas en la boca que existen.
- Aftas Menores: Son pequeñas úlceras redondeadas y poco profundas. Suelen aparecer en los bordes de la lengua o en el interior de los labios y mejillas. Normalmente, sanan en 1 o 2 semanas sin dejar cicatrices.
- Aftas Mayores: Tienen un tamaño más grande y son más profundas. Sus bordes están más definidos y a veces tienen una forma irregular. Pueden tardar hasta 6 semanas en sanar y, en la mayoría de los casos, dejan cicatrices.
- Aftas Herpetiformes: Son poco comunes y suelen presentarse en personas mayores. Se caracterizan por múltiples aftas (10-100) que se agrupan formando una úlcera más grande e irregular. A pesar de ser muy dolorosas y molestas, suelen sanar en un plazo de 2 semanas.
Llagas en la boca: causas
Te has preguntado ¿por qué salen llagas en la boca? Las llagas suelen tener múltiples causas, muchas veces desconocidas. Sin embargo, generalmente se suelen dar por los siguientes factores:
- Cambios hormonales.
- Estrés
- Factores hereditarios
- Déficit de vitaminas y minerales, como la deficiencia de ácido fólico o hierro.
- Infecciones víricas-
- Alergias o intolerancias en la comida.
- Enfermedades que atacan el sistema inmunitario.
- Roces con las prótesis dentales.
- Sustancias químicas presentes en enjuagues bucales o alimentos picantes.
- Hábitos como limpieza dental intensa, mordiscos involuntarios, hilo dental mal usado, entre otros.
Si estas son debidas a problemas víricos, falta de vitaminas, estrés, cambios hormonales, alergias a según qué alimentos o por problemas digestivos… la verdad es que no hay un tratamiento curativo para ellas, una vez ya han aparecido. Aun así, sí que podemos intentar aliviar el dolor y que sean menos molestas.
¿Cómo se curan las llagas en la boca?
Los remedios caseros tradicionales recomiendan hacer enjuagues de tomillo o bicarbonato que pueden ir muy bien en muchos casos.
Existen una amplia variedad de productos comerciales que presentan algún anestésico tópico, para aquellos casos donde el dolor puede dificultar la alimentación u otras funciones básicas, y además puedes escoger entre múltiples formatos, caramelos, grageas, geles, etc.
Lo que hemos de intentar cuando tenemos llagas es evitar que se infecten, son heridas o erosiones de nuestras mucosas y que están en contacto con alimentos y bacterias varias por la zona donde se desarrollan.
¿Qué hacer ante estas llagas en la boca?
Mantener una buena higiene bucal, utilizando enjuagues bucales suaves y un cepillado suave, puede ayudar. Además, una dieta equilibrada y rica en nutrientes, especialmente ácido fólico, puede ser beneficiosa. Se recomienda evitar alimentos picantes que puedan irritar las llagas. En algunos casos puede ser recomendable usar gel de clorhexidina (antibiótico tópico) junto a algún lubricante como el ácido hialurónico para que esté más hidratado.
Pero en realidad, parece ser que las llagas mantienen su evolución de 7 o 10 días, y hay que pasar por el proceso, aunque utilicemos medicaciones paliativas.
Los primeros días son más molestos, pero poco a poco van remitiendo, así que hemos de tener un poco de paciencia.
Sobre todo, si la llaga dura más de 10 días, no dudes en ir a tu dentista para que descarte cualquier otro tipo de patología. Si las llagas persisten por más de dos semanas, son recurrentes o están acompañadas de otros síntomas como dolor de cabeza o malestar general, recomendamos acudir al médico para una evaluación más detallada. En algunos casos, pueden indicar una infección viral, como el virus del herpes, que requiere atención médica específica.
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