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Según un estudio del departamento de paleontología de la Universidad de Zaragoza sobre los dientes de los saurópodos, los dinosaurios no necesitaban ir al dentista. ¿El motivo? Su capacidad para reemplazar sus dentadura de manera natural e indefinida. Nosotros los mamíferos, únicamente cambiamos dos veces de dientes. De pequeños tenemos lo que conocemos como dientes de leche, que a partir de 5 ó 6 años los cambiamos por los dientes definitivos. Si estos dientes se desgastan, se rompen o les entran alguna infección no nos queda otro remedio que ir al dentista a que nos lo quite y los cambie por otro artificial. No tenemos la capacidad de sacar tercer diente.

Dientes para toda la vida

Sin embargo los dinosaurios no tenían la necesidad de ir al dentista. Conforme un diente se desgasta o se rompe tiene presto uno debajo para sustituirle, en un proceso que dura toda la vida del organismo. Este reemplazamiento no se produce a la vez en todos los dientes de la mandíbula. Como es fácil de entender el uso de los dientes no es uniforme, por lo que los dientes se desgastaban con mayor rapidez dependiendo de la posición anatómica. Además cuando se producía la rotura de algún diente, ésta era totalmente al azar. De esta manera la mandíbula y el maxilar de un dinosaurio tenía una dentición con cierta anarquía respecto a la altura relativa de los dientes. El aspecto sería al de un niño que esta mudando los dientes de leche, lo que le da un cierto aspecto desdentado.

La formación de un diente suponía un gran gasto energético para un dinosaurio, por lo que el reemplazamiento supone una pérdida de energía. Intentando recuperar el máximo de esta energía, cuando se va a producir la caída, el organismo reabsorbe todo lo que puede del diente para que este perdida sea la mínima. La parte que más le afecta este proceso es la raíz, por lo que un diente reemplazado le suele faltar la raíz.

Los ciclos normales de vida de un diente son bastante desconocidos en los dinosaurios. Se han estudiado secciones de los dientes para estudiar las capas de crecimiento y así deducir la vida de cada diente. Teniendo en cuenta estas premisas, los dientes de los dinosaurios permanecerían en la boca más de un centenar de dientes. Únicamente como mero ejercicio matemático el lector puede hacer el cálculo de cuantos dientes puede apartar al registro fósil un solo dinosaurio. En promedio podemos pensar que un año se reemplaza tres veces cada una de las 50 posiciones que puede tener. El número de años podemos considerar 75, aunque podían alcanzar edades mayores. Con esta mera aproximación nos sale 11.250 dientes el número de dientes que podía tener un único dinosaurio a largo de su vida.

Tú. mamífero, sí que necesitas ir al dentista

Por desgracia, tú no eres un dinosaurio sino un mamífero que sí necesita ir con regularidad al dentista. Pide cita e infórmate de todos nuestros tratamientos para cuidar la salud y belleza de tu dentadura. Llámanos al 977 24 13 80 o pide cita on-line. ¡Te ayudaremos!

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