«Hace ya un tiempo que noto que se me mueve la prótesis que llevo en la arcada inferior”
CASO CLÍNICO DE ÉXITO CXXVI:
Os presentamos el caso «Se me mueve la prótesis que llevo en la arcada inferior», de un paciente de 68 años que había perdido todos los dientes de la arcada inferior. Llevaba una dentadura muy antigua que ya no se sujetaba.
Cuando perdemos las piezas dentales, la encía y el hueso se van reabsorbiendo y, con el tiempo, ya no pueden sujetar las dentaduras postizas. En estos casos, la solución no es hacer una dentadura nueva, pues seguiremos teniendo el mismo problema de falta de soporte. La única opción es colocar implantes oseointegrados para que den a la prótesis la sujeción que necesita. Solo fue necesario colocar cuatro implantes dentales y confeccionar una nueva prótesis removible (sobredentadura) que se apoyaba en ellos. El paciente se la puede sacar para limpiarla, pero ya no se le mueve al comer ni al hablar.
En la arcada superior le quedaban pocos dientes, estaban muy gastados y quería que se los sacáramos. Al faltarle todas las muelas, se había acostumbrado a comer únicamente con los dientes anteriores, provocándole un desplazamiento de la mandíbula hacia delante (protusión mandibular). Los dientes que quedaban estaban gastados por su forma de morder, pero tenían unas raíces muy sanas y fuertes, por lo que decidimos mantenerlos. Para modificar su manera de morder y compensar su protusión mandibular, colocamos a sus dientes anteriores unas coronas de cerámica. Y para sustituir las piezas perdidas en la zona de molares y premolares, se le colocó una prótesis removible (esquelético). Para que no se le vieran los antiestéticos ganchos que llevan este tipo de prótesis, diseñamos un sistema de ataches internos que unían las coronas con la prótesis removible. Así conseguimos la sensación de dientes naturales y no enseñaba nada de metal.
Como se puede observar, el cambio estético y funcional es muy grande. El paciente estuvo llevando durante unos meses unas prótesis provisionales para adaptarse a esta nueva posición de la mandíbula. Tuvo que aprender a comer con las muelas (llevaba muchos años comiendo solo con los dientes) y su musculatura también necesitó un periodo de adaptación. Estos casos en los que el cambio funcional es muy grande, hay que asegurarse que la articulación temporomandibular no se ve afectada. Por eso es tan importante un periodo para acomodarse con prótesis provisionales.
Actualmente, el paciente puede comer sin problemas (antes tragaba la comida porque no tenía muelas), estéticamente tiene un aspecto más rejuvenecido, y su mandíbula ha vuelto a la posición correcta.
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