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Montse era una persona que de pequeña pocas veces sonreía, debido a que sus dientes eran muy pequeños. En Clínica Curull se estudio su caso y se optó, para que al acabar luciera la sonrisa que ella siempre había querido, reducir su encía para así agrandarle los dientes y posteriormente empezar un tratamiento con el Invisalign.


Esta técnica, también conocida como la ortodoncia invisible, es ideal para los adultos, gracias a su comodidad respecto a la ortodoncia convencional y a sus excelentes resultados, como bien nos explica la propia Montse. Para finalizar, y para que su sonrisa fuese de 10, le realizamos un blanqueamiento dental. ¿El resultado? Una auténtica historia de éxito.

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